A partir de este año la autonomía española de Cataluña ha decidido aumentar de manera considerable la tasa turística, llegando a cobrar hasta 15 euros por noche en algunos casos. Este incremento supone doblar la tarifa actual en ciertas zonas y ha generado un debate sobre los posibles efectos del impuesto al turismo sobre la economía local.
Este impuesto turístico se aplica desde 2012 y varía según el tipo de alojamiento y la ciudad. Con la nueva subida, los visitantes que se alojen en hoteles de lujo en Barcelona pagarán la tasa más alta: 15 euros por noche. En otros alojamientos de Cataluña, como hoteles de menor categoría, hostales y apartamentos turísticos, también subirá el impuesto al turismo, aunque en menor medida.
¿Por qué Cataluña duplica el impuesto al turismo?
El gobierno catalán justifica este incremento argumentando que el turismo genera un alto impacto en las infraestructuras y servicios públicos, especialmente en ciudades como Barcelona, donde el número de visitantes es muy elevado. Con esta medida, se busca recaudar más fondos para gestionar el turismo de manera sostenible y mejorar los servicios municipales.
Además, las autoridades destacan que otras regiones europeas también han aumentado sus tasas turísticas en los últimos años, por lo que consideran que Cataluña se está alineando con otros grandes destinos turísticos.
Reacciones y posibles consecuencias
La subida del impuesto ha generado opiniones divididas. Por un lado, algunos sectores consideran que esta medida puede asustar a los turistas que viajan con presupuestos ajustados. De hecho, algunos empresarios del sector han advertido que el incremento podría hacer que algunos visitantes opten por otros destinos mas asequibles.
Amplios colectivos del sector lo consideran turismofobia, es decir, rechazo de los residentes locales hacia los visitantes estacionales que llegan en masa. Este fenómeno va de la mano del repunte de turismo pospandemia. La versión aceptable del turismo sería el considerado sostenible: grupos reducidos, adinerados, menos invasivos y en periodos breves a lo largo del año.
Por ese motivo, algunos ciudadanos y organizaciones vecinales apoyan la medida, ya que creen que ayudará a reducir el turismo masivo y mejorar la convivencia en barrios afectados por la saturación de visitantes extranjeros.
A pesar de las críticas, la Generalitat mantiene su postura y confía en que Cataluña continúe siendo un destino de preferencia, incluso con este aumento de tasas. Solo el tiempo dirá si esta medida afecta realmente a las cifras del sector o si los visitantes siguen eligiendo Cataluña para pasar sus vacaciones.
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