El impacto de la pandemia del Covid-19 provocará importantes transformaciones en nuestras ciudades, lugares de trabajo y de ocio, así como en nuestros hogares, para prevenir que se siga propagando el virus. El estudio de arquitectura Fenwick Iribarren Architects (FIA) ha elaborado un informe en el que detalla los cambios que el Covid-19 provocará en nuestras vidas, tanto en el entorno privado de nuestros hogares como en el espacio público (ciudades, edificios públicos, oficinas de trabajo, etc).
Cambio en viviendas y hogares
- Será necesario reducir el ratio de distanciamiento de los edificios y los hogares tendrán que tener más zonas exteriores (terrazas, jardines).
- Los ascensores deberán modificar su tamaño para permitir el distanciamiento entre personas e implantar comandos de voz o tarjetas de uso personal para eludir el contacto con botones y superficies.
- La decoración y mobiliario de las viviendas tendrá que ser polivalente y versátil para permitir diversas actividades de la familia durante las distintas horas del día. Habrá que buscar un espacio estable para el teletrabajo y para el juego de los niños durante periodos de confinamiento.
- Los materiales limpios -en los que el virus pueda permanecer poco tiempo o que incluso destruye al virus- y aquellos fáciles de limpiar serán primordiales.
- Será fundamental habilitar un espacio a la entrada de la vivienda, donde la familia pueda dejar todo aquello que suponga una fuente importante de contaminación, como los zapatos y la ropa.
- La cocinas deberán ser flexibles y con buena capacidad de almacenamiento (despensas y armarios) por si se establecen cuarentenas por repuntes de las infecciones o nuevas pandemias.
- Resulta aconsejable habilitar un segundo baño en la vivienda, distinto al que usa la familia, dotado de domótica, para evitar al máximo el contacto de las visitas.
Cambios en transporte y espacios públicos
- Las estaciones de autobuses y trenes tendrán que crear cubículos o áreas específicas y únicas «seguras» para las personas de mayor riesgo frente al virus (personas mayores, con enfermedades crónicas graves, etc.).
- Se impone la ventilación natural de los edificios públicos (hoteles, complejos públicos, centros comerciales, etc.) para permitir la entrada de aire fresco y no reciclado que disperse el virus de posibles infectados.
- Los taxis tradicionales y los servicios privados de viajeros (Uber y Cabify, etc.) necesitarán adaptarse para aislar al pasajero del conductor y permitirle disponer de un espacio seguro y equipado.
- Los grandes museos, estadios, zonas de concierto y otros espacios públicos estarán obligados a reducir de forma importante su aforo para poder ser más seguras y saludables, y permitir el distanciamiento social que exige la nueva situación. Tendrán que estar preparados para transformarse, de forma repentina, en hospitales, almacenes de equipos sanitarios, morgues, etc.
Cambios en oficinas y centros de trabajo
- Se impondrá el teletrabajo ante el éxito demostrado durante la pandemia del Covid-19 y se reducirán los grandes complejos y áreas de oficinas.
- El espacio reservado en estas instalaciones a los empleados -que en los últimos años ha caído de 10 a 6 metros cuadrados por trabajador- tendrá que volver a recuperarse.
- Las oficinas y empresas con amplios espacios compartidos y puestos de trabajo versátiles, utilizados por distintos empleados, quedan seriamente amenazadas.
- Los nuevos requerimientos de salud obligará a replantear las áreas de café y comida de las empresas e incluso las áreas de ocio y grandes auditorios.
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