Tras una vida entera dedicada a su proyecto, Gabriel Escarrer deja el grupo Meliá como un emporio de casi 400 establecimientos en más de 40 países de cuatro continentes. Según dijo en una entrevista hace unos años, mantuvo durante toda su vida «la ilusión por el poder transformador del turismo en la sociedad.»
¿Quién fue Gabriel Escarrer y cómo levantó el emporio Meliá?
El nombre de Gabriel Escarrer Juliá es una pieza clave del sector turístico global. Nacido en 1935 en un pueblo de cinco mil habitantes de la isla de Mallorca, creció en la ciudad de Palma. Pasó siete décadas al mando de la cadena de hoteles que él mismo fundó a los 21 años. Este año 2024 la revista económica Forbes sitúa a «Gabriel Escarrer y Familia» como Nº5 de la Lista de Mayores Fortunas del Sector Turístico Español. Por delante tienen al Grupo Iberostar de Miguel Fluxá en el primer puesto; y a continuación al Grupo Barceló, a Lopesan Hoteles y al Grupo RIU.
Procedente de una familia modesta, se labró con tesón una trayectoria, desde que era un chaval rubio con facilidad para los idiomas, conocido en su entorno como el forasteret, es decir, el «extranjerito». La increíble historia de este empresario, que él mismo narró en el libro Mi vida (2021), despega cuando alquila el Hotel Altair, un caserón de 34 habitaciones y 60 plazas en Palma. El nombre de la actual multinacional procede de su compra en 1987 del Grupo Meliá, marca fundada por José Meliá.
La sede de Meliá está en la isla de Mallorca donde nació su fundador
Según fuentes próximas a la familia, Gabriel Escarrer ha muerto en Palma, la isla balear donde nació hace 89 años. Precisamente en esta ciudad están las oficinas centrales del grupo, hoy llamado Meliá Hotels International. En junio de 2023 abandonó la presidencia no ejecutiva del consejo de administración, consolidando a su hijo Gabriel Escarrer Jaume al frente del negocio, tras haberle nombrado CEO en 2016.
Una vida coronada por el éxito le convirtió en el gran pope del turismo vacacional, con su concepto particular de la cadena hotelera. Los líderes de las principales dinastías hoteleras han reconocido su contribución al sector del turismo, uno de los que más la redistribuye la riqueza, por el alcance de sus ramificaciones.
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