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Juan Ramón Rubio Pinós Project & Facilities Management Ralfas Consulting

Medidas, iniciativas y buenas prácticas desde el área del FM frente al Covid-19

Todo aquello que el FM ya ha aportado

mantenimiento preventivo digitalización análisis Facility management

Resulta evidente que la pandemia del Covid-19 está cambiando nuestra manera de trabajar y nuestras relaciones sociales. Todos los sectores, incluido el del Facility Management, están evolucionando para adaptarse a esta nueva situación. Desde Ralfas Consulting consideramos que parte de la contribución del área del Facility Management a esta crisis es ya fruto de las tareas que se han llevado a cabo todos estos años y que es asegurar que las empresas puedan seguir realizando su actividad, preservar el buen funcionamiento de sus inmuebles e instalaciones y asegurar el confort y bienestar de las personas.

Nos preguntaron cual considerábamos que debía ser la principal contribución del área de FM para la gestión de esta crisis, y pensando todo aquello que podíamos aportar, nos dimos cuenta también de todo aquello que el sector ha aportado ya.

En estos momentos, el servicio de mantenimiento recoge los frutos del trabajo de mantenimiento preventivo realizado hasta la actualidad. El mantenimiento preventivo, que tiene como objetivo realizar revisiones y limpiezas que garanticen el buen funcionamiento y fiabilidad de la instalación, ha cobrado una importancia vital en este momento. Pongamos un ejemplo práctico.

Un grupo electrógeno es un equipo destinado a garantizar el suministro eléctrico del edificio en caso de fallo. Para que el grupo electrógeno se encuentre operativo es necesario arrancarlo con regularidad, realizar el cambio de filtros, aceite, drenar los circuitos, engrasar, etc. ¿Se imaginan lo que puede suponer para una empresa que se encuentra en teletrabajo, un fallo eléctrico en el servidor y un grupo electrógeno mal mantenido que no sea capaz de garantizar el suministro? En función de las actuaciones correctivas a realizar supondría la paralización de la empresa durante un periodo nada desdeñable de tiempo.

Pensando en el presente y en el futuro, la prioridad es y siempre debe ser la salud de las personas y por ello el objetivo número 1 es la prevención y la creación de un ambiente de trabajo seguro. No hay mejor prevención que quedarse en casa, y para hacer eso posible, minimizando el impacto en las empresas, el teletrabajo debe ser un éxito. Para ello, los edificios deben seguir operativos garantizando que los servidores y sus instalaciones funcionen a pleno rendimiento. Además, estamos implementando medidas para que el personal imprescindible que todavía permanece en los edificios trabaje en un ambiente seguro. Hemos equipado con todos los Equipos de Protección Individual necesarios, hemos realizado un sistema de turnos y distribución de tareas, de manera que no se produzca contacto y no haya riesgo de contagio entre compañeros, y hemos instalado pantallas de protección en recepciones y mostradores.

Todo indica que la situación de excepcionalidad se alargará en el tiempo, y las medidas de prevención serán necesarias durante meses. Cuando se reanude la actividad con normalidad, recomendamos realizar desinfecciones del espacio mediante pulverización electrostática, disponer de guantes y desinfectante de manos en conserjería, aseos y zonas de tránsito frecuente de los edificios. Además, recomendamos instruir a los trabajadores y personal externo del edificio sobre las precauciones a adoptar: limitar el aforo en ascensores, minimizar el uso de tarjetas de control de accesos, realizar la descarga del WC con la tapa cerrada, etc.

A nivel técnico, como gestores de instalaciones, recomendamos, entre otras, implementar las siguientes medidas, que en conjunto pueden reducir la posibilidad de contagio de manera significativa:

  • Incrementar el horario de funcionamiento de los sistemas de ventilación y aire primario, con el objetivo de ampliar al máximo la renovación de aire, disminuyendo al mínimo la posibilidad de que partículas del virus sedimenten en las superficies de los conductos.
  • Evitar recirculaciones de aire en el sistema de climatización, de manera que la aportación sea siempre de aire exterior. En aquellos casos donde el sistema no lo permite, aumentar la eficacia de los filtros instalados.
  • Incrementar la ventilación en sitios de mayor riesgo de proliferación, como pueden ser, por ejemplo, los aseos.
  • Sustituir elementos de accionamiento manual por equivalentes sin contacto.
  • Sustitución de papel secamanos por secamanos eléctrico, donde al igual que en el ejemplo anterior, tiene el beneficio doble de sostenibilidad y prevención de contagio.
  • Potenciar la desinfección en sistemas de climatización, que complementan la eficacia de la higienización de conductos y espacios.

Aplicando todas las medidas de prevención que están a nuestro alcance, y actuando con responsabilidad, el sector del Facility Management tiene mucho que aportar para que entre todos consigamos salir adelante en esta crisis y minimicemos su impacto.