El pasado 14 de marzo, el Parlamento Europeo dio luz verde a la revisión de la Directiva Europea sobre Eficiencia Energética en Edificios (EPDB). Esta recogía la imposición de normas más estrictas con la mirada puesta en alcanzar la neutralidad climática para 2050. A falta de su ratificación por parte del Consejo Europeo, estas nuevas medidas se destinarán al paquete «Objetivo 55», cuya misión es traducir en legislación las aspiraciones del Pacto Verde. Su nombre hace referencia al objetivo de la UE de reducir las emisiones un 55% de aquí a 2030.
La Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), asociación sin ánimo de lucro dedicada a la eficiencia energética en la edificación, ha valorado de manera muy positiva esta revisión. Así pues, Arturo Andrés Jiménez, presidente de la Plataforma Passivhaus, comenta que se trata de un paso trascendental. «La revisión supone un refuerzo para quienes venimos promoviendo la construcción de edificios de consumo casi nulo que, en el caso de la certificación Passivhaus, implica estar cumpliendo con el estándar de eficiencia energética más exigente del mundo”, termina añadiendo.
¿Cuáles son las novedades de la nueva Directiva Europea sobre Eficiencia Energética en Edificios?
Entre todas sus novedades, la Plataforma Passivhaus destaca las siguientes:
- El principio «primero, la eficiencia energética» por primera vez cobra la importancia jurídica que se merece. Este trata de exigir a los países de la UE que le den prioridad a las medidas de eficiencia energética en sus decisiones políticas.
- Por otro lado, la revisión incluye la primera definición sobre pobreza energética de la UE. De este modo, los países que la conforman deberán aplicar soluciones de manera prioritaria entre las personas que sufren pobreza energética.
- El acuerdo, además, refuerza las disposiciones sobre financiación de la eficiencia energética para movilizar las inversiones de una forma más sencilla. Así pues, los países de la UE deberán promover sistemas de financiación innovadores y productos de préstamo verdes.
- Asimismo, otra de las novedades es que el acuerdo establece un nuevo objetivo para 2030: los países de la UE deberán lograr cada año un nuevo ahorro equivalente al 1,49% del consumo final de la energía.
- En esta nueva revisión el sector público cobra la responsabilidad que debería tener, pues se le exige un consumo anual de energía del 1,9%.
- Y, por último, los sistemas de gestión de energía serán obligatorios para los grandes consumidores de las empresas privadas.
Unas medidas provisionales que necesitan del visto bueno del Consejo Europeo, la Comisión Europea, y, de nuevo, el Parlamento Europeo.
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