El pasado 25 de enero se aprobó el Real Decreto 26/23 por el que se establece el «Sistema de Certificados de Ahorro Energético» (CAEs) que ha supuesto la valoración positiva por parte de ANESE, Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos. De esta manera, la normativa se presenta como un pilar esencial para el sector, y por tanto, como una gran oportunidad para los profesionales y empresas.
Según ANESE, los CAEs van a facilitar el rendimiento de las inversiones destinadas a eficiencia energética, además de impulsar el ahorro energético que los consumidores finales han logrado, tal y como sucede en otros países. Todo esto nos conduce a un efecto tractor.
Certificados de Ahorro Energético y las ESEs como sujeto delegado
ANESE apuesta por este mecanismo que pretende consolidar a las ESEs. Estas, en su mayoría, potencian actuaciones de eficiencia energética junto con clientes finales en todos los sectores.
El sujeto delegado se debe resaltar dentro del Real Decreto como actor clave en la consecución de los objetivos para materializar y obtener los certificados de ahorro.
Además, este sujeto es la única figura que podrá participar activamente en las futuras subastas de necesidades de ahorro energético que convoque la Secretaría de Estado de Energía, contempladas en la normativa (mercado específico donde se convocarán a los sujetos delegados para la obtención de ahorros energéticos en base a las necesidades del país).
Las ESEs desempeñan dichas funciones de manera habitual, por tanto, están preparadas para asumir la responsabilidad de fomentar las actuaciones de eficiencia y ahorro energético.
En este sentido, Carlos Ballesteros, director General de ANESE, explica que desde la asociación están convencidos de que los CAEs supondrán un impulso sin precedentes al mercado de la eficiencia energética. «Hay que dotar al sector privado, y a sus operadores económicos, de una regulación clara y certera a través de un marco transparente. Esto es, brindarles un mecanismo, por el cual puedan libremente, tomar las mejores decisiones sobre cuáles iniciativas son más rentables”, añade.
Principales objetivos del Real Decreto 36/23
Los principales objetivos que persigue el Real Decreto 36/23 son:
- Flexibilizar la forma en la que los sujetos obligados dan cumplimiento a sus obligaciones de ahorro de energía final, permitiendo que toda o parte de su obligación anual se pueda cumplir mediante la realización de actuaciones en materia de eficiencia energética (EE).
- Posibilitar que los sujetos obligados puedan hacer frente a sus obligaciones en el marco del Sistema Nacional de Obligaciones de Eficiencia Energética (SNOEE) al menor coste posible.
- Mejorar la eficiencia del SNOEE, facilitando el cumplimiento del objetivo nacional de ahorro de energía final.
- Contabilizar los ahorros generados como consecuencia de actuaciones en materia de EE ejecutadas por entidades privadas, sean sujetos obligados del SNOEE o no.
- Ofrecer la oportunidad a los consumidores finales de beneficiarse económicamente de las medidas de ahorro y eficiencia energética implantadas, no sólo por la disminución de los costes de su factura energética, sino también por la monetización de los ahorros energéticos conseguidos. Ello conllevará, además, un efecto dinamizador, pudiendo ser los propios consumidores finales los que demanden actuaciones en materia de EE.
- Generar beneficios no energéticos derivados de las inversiones en EE en los territorios de las distintas CC. AA, como el impulso de un empleo cualificado, el desarrollo de un tejido empresarial ligado a la EE y la mejora de la productividad y la competitividad empresarial ligadas a los costes energéticos.
- Ser un elemento catalizador de innovación en el sector de la EE, consolidando un sector atomizado e incrementando su eficiencia operativa.
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