Es una realidad que el agua es uno de nuestros bienes más preciados, pues es necesaria en nuestros hogares cada día. Pero que esta sea primordial en nuestras vidas no significa que sea limitada, de ahí la importancia de ahorrar agua gestionando bien su consumo.
En este sentido, en los últimos 100 años, según Naciones Unidas, el uso del agua se ha multiplicado por 6. Este ritmo seguirá aumentado debido al crecimiento de la población y los cambios en los patrones de consumo. La demanda es tal que se estima que en 2030 supere a la oferta en un 30%. Siguiendo por esta línea, el primer país en la lista de los mayores consumidores de agua de la Unión Europea es España: 132 litros por persona al día. Pero, ¿en qué se gasta este agua? Principalmente se utiliza para el consumo personal, el lavado de ropa, el saneamiento, la higiene y el cocinado.
Ahorrar agua en los edificios de España
Asimismo, la crisis energética dispara las reformas en el hogar ya que el 95% de las viviendas existentes en España se construyeron antes de 2007. Es por ello por lo que en los nuevos proyectos de construcción se está teniendo en cuenta esta necesidad de ahorro de agua. Según Xylem, empresa líder en tecnología del agua, un edificio rehabilitado permite ahorrar hasta un 40% de agua. Entre estas mejoras se encuentran el perfeccionamiento de griferías y aparatos sanitarios o procesos de depuración que separan las calidades del agua.
Aplicando soluciones como estas se ha visto que se reducen los costes de limpieza del sistema un 80% y los costes de energía hasta un 70% en los hogares. Sin embargo, la solución no está solo en reformar tu casa. A nivel individual, el gasto de agua en los hogares también se puede disminuir considerablemente siguiendo algunos consejos. Los pequeños gestos diarios en nuestra rutina son los que marcan la diferencia a
la hora de reducir el derroche. De esta forma no solo se colabora con el respeto al medio ambiente sino que tu bolsillo también lo agradece.
Consejos para reducir en el consumo de agua
Uno de los primeros hábitos es revisar los grifos ya que, en muchas ocasiones, son derrochadores e ineficientes. Si cambiar de grifo no está entre tus posibilidades, existen distintos dispositivos que pueden modificarlos:
- Limitadores de caudal: disminuyen el caudal a través de la incorporación de filtros y, en el caso de las duchas, existen cabezales con reducción del área de difusión.
- Aireadores: mezclan el agua con aire, dando la sensación de que el chorro es más abundante.
- Interruptores de caudal: son aquellos dispositivos que detectan la presencia de la persona para activar y desactivar el agua.
Otro de los aparatos que suponen más gastos en casa es el inodoro. Los modelos más modernos cuentan con cisterna de doble pulsador, que permite el usuario elegir el caudal que se va a utilizar. Aun así, también existen herramientas con el objetivo de ahorrar como este tipo de cisternas o los limitadores de descarga. Algunos otros gestos que pueden ayudar al ahorro son:
- Ser consciente del cierre del grifo mientras se realizan tareas como fregar los platos o cepillarse los dientes.
- Realizar duchas más cortas y evitar los baños. Llenar la bañera puede llegar a suponer un gasto de 200 litros.
- Reutilizar el agua que se pierde por el desagüe para, por ejemplo, fregar, lavar ropa…
- Elegir la carga correcta en el uso de electrodomésticos. Es decir, solo utilizar el lavavajillas o la lavadora cuando estén llenos. Además, es clave revisar su etiqueta energética ya que también tienen en cuenta el consumo de electricidad.
- En el caso de tener un jardín, el hecho de instalar un sistema de goteo automatizado también puede marcar la diferencia a la hora de ahorrar agua.
- Aprovechar el agua de la lluvia. Esta se puede recoger a través de canaletas y barriles. Además, esta agua está libre de químicos por lo que se puede utilizar para la limpieza del hogar.
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